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PNM Sierra de las Águilas y San Pascual - Monforte del Cid

Naturaleza - Vegetación

Naturaleza - Vegetación

Vegetación general
Vegetación rala y dispersa del barranco del Infierno

 Esparto (foto: Emilio Laguna)

Ejemplar de esparto

 

La vegetación existente en este espacio protegido ha estado notablemente condicionada por el clima semiárido de la zona, caracterizado por largos periodos de sequía, con elevadas temperaturas en la época estival, y periodos de lluvia irregulares, en muchas ocasiones torrenciales.

 

Los relieves más llanos están ocupados por cultivos de secano fundamentalmente de uva de mesa, además de almendros y olivos, mientras que las laderas de las sierras, así como las lomas, se han mantenido con una vegetación rala de espartales y tomillares con especies dominantes como la Stipa tenacissima y el albardín (Lygeum spartum), que se acompañan de otras como el Rhamnus lycioides, el tomillo yesquero (Helichrysum serotinum), el romero (Rosmarinus officinalis), la escobilla (Salsola genistoides) y el pinillo (Teucrium pseudochamaepitys).

 

Especialmente interesante es la presencia, en las lenguas pedregosas de escasa vegetación que se alternan entre antiguas parcelas de cultivo, de Vella lucentina, arbusto endémico de zonas áridas cercanas a la capital alicantina y que tiene en el entorno del Paraje una de sus poblaciones más importantes.

 

En las laderas y barrancos que presentan una mayor profundidad de suelo, aparecen pequeños bosquetes de pino carrasco (Pinus halepensis) junto a matorrales de mayor porte como enebros (Juniperus oxycedrus), lentiscos (Pistacia lentiscus) y palmitos (Chamaerops humilis).

 

Finalmente, hay que destacar el interés de los roquedos que existen en la zona para determinadas especies rupícolas, como son el Teucrium rivasii y el Chiliadenus glutinosus.