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El Servicio de Vida Silvestre del CIEF y Zasmusic colaboran para la fabricación de cañas de oboe con una especie autóctona valenciana

Aunque la caña más conocida de nuestras riberas sea la caña asiática, cuyo nombre científico es Arundo donax, una especie invasora con gran impacto en los hábitats naturales, en la Comunitat Valenciana medra una caña autóctona menos extendida y mucho menos conocida, llamada Arundo micrantha o también caña judía. Hasta la fecha, la caña asiática se ha venido utilizando para la fabricación de las cañas de determinados instrumentos de viento-madera. Ahora, una empresa de la Pobla Llarga, dedicada a la fabricación de accesorios para instrumentos musicales, Zasmusic, en colaboración con el Servicio de Vida Silvestre y Red Natura 2000 en el Centro para la Investigación y la Experimentación Forestal (CIEF), ha descubierto que el empleo de este material vegetal autóctono mejora la calidad del producto y es más eficiente para el caso del oboe.

Colaboración Dirección General de Medio Natural y Animal de la Generalitat Valenciana y Zasmusic

Hace tres años, el botánico Pablo Ferrer Gallego, del Servicio de Vida Silvestre, publicó un artículo científico en la revista Quercus sobre la caña Arundo micrantha. El autor describía esta especie autóctona valenciana, no invasiva para nuestro hábitat, y el plan de conservación que estaban llevando a cabo en el servicio para promover esta especie frente a la asiática que produce gran impacto en los hábitats de ribera y otros humedales, desplazando otras especies y transformando por completo el medio donde crece. Gracias a esta publicación, un ingeniero de la empresa valenciana Zasmusic, dedicada a la fabricación de accesorios, cañas, oboes y fagotes de calidad, leyó la noticia, se puso en contacto con ellos y ahí empezó la colaboración entre ambos equipos.

Después del primer contacto y tras varias visitas al CIEF, los técnicos y el lutier de la empresa realizaron un estudio pormenorizado de la caña y sus características con una muestra de cañas cedidas por el CIEF, y llegaron a la conclusión de que el empleo de esta especie era más apropiado y eficiente para las “cañas” del oboe que el que venían empleando con la caña invasora.

Después de dos años trabajando con esta caña hemos comprobado que se adapta mejor a las características de la “caña” del oboe por varias cuestiones. En primer lugar, el diámetro de la caña -en torno a 10-11 milímetros- es el ideal para este instrumento en concreto, por lo que no se desperdicia nada.  Además, y lo que es aún más positivo, es que la sonoridad que produce esta caña es de más calidad, más armónica y con un sonido más oscuro” comenta Ximo Vidal, músico y socio de la empresa.

Desde entonces, la empresa valenciana ha ido ampliando los terrenos de cultivo de esta planta a través de la cesión de cerca de 200 plantas y medio centenar de plantones producidas en el CIEF y ha dejado de importar gran cantidad de caña invasora de otros países como Francia, fundamentalmente.  

Arundo micrantha

Arundo micrantha es la especie autóctona de caña de más amplia distribución en la región Mediterránea y su plan de conservación cuenta con la financiación de los fondos europeos NEXT GENERATION EU. También asociada a cursos de agua y a suelos aluviales profundos, puede crecer en terrenos que no estén permanentemente encharcados o alejados de las corrientes fluviales, incluso en márgenes de caminos y carreteras.

La primera cita de caña judía en el sureste peninsular se remonta a 1838 y su autor fue el botánico inglés Philip Barker Webb. Colmeiro publicó más tarde, en 1889, varias referencias a esta especie, entre ellas una atribuida a Mariano Lagasca que la cita en Orihuela (Alicante) con el nombre vulgar de “caña judía”, seguramente su primera mención para la Comunidad Valenciana. A finales del siglo pasado, en 1979, Bolòs y Vigo reseñan la presencia de esta planta en la localidad alicantina de Pilar de la Horadada. Y, más recientemente, disponemos de un testigo de herbario recolectado en 2005 y conservado en el Real Jardín Botánico de Madrid, con material procedente de Guardamar del Segura (Alicante) y recogido por el ingeniero y biólogo C.M. Romero Rodríguez.

Un hecho común en las cañas es la ausencia total de semillas en sus inflorescencias. Este rasgo es muy patente en la caña común y también se ha observado en las poblaciones valencianas de caña judía. La dispersión de ambas especies debe realizarse por multiplicación vegetativa, bien de los tallos aéreos (las cañas propiamente dichas), o bien de los tallos subterráneos (rizomas).

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