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El paraje - Patrimonio cultural

El paraje - Patrimonio cultural

Aljub

El paraje natural del Plantadets presenta como restos de la presencia humana dos cuevas destinadas a vivienda y ganado, además de un aljibe, que constituyen una muestra importante de lo que fueron prácticas rurales del pasado jijonenco.

El aljibe, es de forma semicilíndrica y está revestido de piedra. Cuenta con dos pilas. Una de ellas, de menor tamaño, situada en el interior del aljibe, donde se puede observar una inscripción que cita el año 1.867 y que plantea la posibilidad de que las construcciones fueran de mediados del siglo XIX.

Las cuevas se hallan a unos metros del aljibe. La primera tiene añadida una fachada, de dos alturas, de modo que debido al desnivel existente, al piso superior se accedía por una puerta lateral, y por una puerta frontal al piso inferior. Desde este último se accede a la primera de las cuevas. Ésta cuenta con una sala principal que sirve de distribuidor a dos recintos más, uno de los cuales estaba destinado al ganado dado que todavía presenta el pesebre.

La segunda cueva, que es de mayores dimensiones, tiene dos puertas de acceso situadas en los dos extremos frontales de la misma, además de una ventana exterior y dos chimeneas de piedra. La mayor de ellas sobresale por encima de la cueva y se encuentra en muy buenas condiciones. La cueva, tiene nueve salas con diversos usos: dormitorio, establo y cocina entre otros, ya que todavía se conservan en buen estado un pesebre, un bebedero y un horno todos ellos de piedra. En una de las salas se encuentra el lagar, este es el espacio donde la uva era depositada tras la vendimia para su prensado y obtención del mosto. En la sala continua, encontramos la viga de madera destinada a exprimir la uva.

Unas construcciones que permitía la explotación del territorio de forma autosuficiente.